TEATRO

                 Pintura: ROSA FORCADA.   © MK

CYRANO:"¡Mi elegancia va por dentro y no me acicalo como un ganapán cualquiera! Aunque parezca lo contrario, me compongo cuidadosamente , mas que por fuera. No saldría a la calle sin haber lavado , por negligencia, una afrenta; sin haber despertado bien la conciencia, o con el honor arrugado y los escrúpulos en duelo. Camino limpio y adornado con mi libertad y mi franqueza. Encorseto, no mi cuerpo, sino mi alma, y en vez de cintas uso hazañas como adorno externo.Retorciendo mi espíritu como si fuese un mostacho, al atravesar los grupos y las plazas hago sonar las verdades como espuelas"


"...Cantar , soñar, reír, caminar, estar solo, ser libre, saber que mis ojos ven bien, que mi voz vibra , ponerme al revés el sombrero cuando me plazca, batirme por un sí o por un no, hacer versos...trabajar sin inquietarme la fortuna o la gloria, pensar en un viaje a la Luna, no escribir nunca nada que no nazca de mi mismo y contentarme, modestamente, con lo que salga; decirme: "Amigo mío, conténtate con flores, con frutos, o incluso con hojas, si en tu propio jardín las siembras y las recoges"...."


"¿Qué es un beso, al fin y al cabo, sino un juramento hecho poco más cerca, una promesa más precisa, una confesión que necesita confirmarse, la culminación del amor, un secreto que tiene la boca por oído, un instante infinito que provoca un zumbido de abeja, una comunión con gusto a flor, una forma de respirar por un momento el corazón del otro y de gustar, por medio de los labios, el alma del amado?".

"Filósofo, físico,
poeta, espadachín, músico,
inventor,
fácil de palabra
y amante, pero no por su bien.
¡Aquí yace , Hércules-Sabinio
Cyrano de Bergerac,
que fue todo y no fue nada!"

"Cyrano de Bergerac"

Edmond Rostand

*A las dos de la madrugada del día 28 de diciembre de 1897, una muchedumbre enfervorizada abandonaba al fin la abarrotada sala del teatro de la Porte-Saint-Martin de París, el escenario donde habían triunfado Víctor Hugo y Alejandro Dumas. Los espectadores salían a la noche parisina alborozados, después de haberse negado durante más de dos horas a poner fin al entusiasmo que había despertado en sus corazones la obra a cuyo estreno acababan de asistir. Hicieron levantar el telón 42 veces . En cada una de ellas sus aplausos , habían hecho salir al escenario a saludar al elenco de actores, encabezado por el célebre Coquelin . ¿Os lo imaginais? . Siempre he pensado que me hubiera gustado muchísimo estar allí.