sábado, 31 de marzo de 2007

POR FIN, UN DÍA, NOS SORPRENDIÓ EN EL MONTE UNA TORMENTA



                    Pintura: ROSA FORCADA.  © MK

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí me ocurrió una vez, cuando era un crío. Mis padres estaban aterrados (ellos crecieron en el campo y sabían del peligro), mis hermanos y yo, sin embargo, lo pasamos de cine. Ni los árboles parecían amenazadores, ni los relampagos quisieron alcanzarnos. Un milagro, de verdad.

Rompo al regla por una vez: antásticas pinturas.

MK dijo...

Sí , reconozco que impresiona .Y es más prudente echar a correr antes de que los nubarrones en las montañas cercanas te alcancen ...