El día que murió Pablo VI , yo amanecía , liberada del bachillerato y sujeta a una mochila , cruzando una plaza de la ciudad del Cuzco , en Perú. En los quioscos , los periódicos , desplegaban la noticia y sobre una foto de la Plaza del Vaticano , atestada de feligreses y curiosos
se leía el siguiente titular:
"¡MILLARES DE MONJAS
ANEGADAS
EN EL
LLANTO!"
El tema de la religión sigue desconcertándome como entonces.
Para mí es un misterio.
Poco he aprendido más allá del procurar respetar siempre ciertas premisas que surgen más del sentido común en el ejercicio de las relaciones humanas que de una doctrina religiosa.
Y de que a todos en algún momento , nos gusta pensar que tenemos nuestro propio cielo protector ...y disfrutar compartiéndolo con otros , a veces.
A eso , digo yo, debe referirse la palabra comunión.
Que a qué viene todo esto ?...bueno quizás a una exageración de las mías , seguramente.
Vereis el pasado 19 de Julio horas antes de que desapareciera rumbo al amparo de la isla y de la no cobertura tecnológica , asistí al concierto de mi querido Bruce Springsteen en el Camp Nou.
Qué puedo contar de lo sucedido allí , que no hayáis leído ya?... Sólo que viendo las caras de la riada de gente exhausta , saliendo del recinto , imaginé mis propios titulares para el dominical del día siguiente:
"¡MILLARES DE PERSONAS
ANEGADAS
EN EL
JÚBILO!"
...Y es que eso de los dioses , de las religiones y de las liturgias ...es lo que tiene...