Pues eso, tras unas bonitas cortinas andaba yo después de que Emily me despertara el gusto por las telas japonesas, hace tiempo, y días después Lula comentara en su blog como se había decidido por aderezar su vida interior con los sabios y profesionales consejos de su cortinero de cabecera. Para rematar y como si de una confabulación planetaria se tratara la Rata Bastarda entre suspiro y suspiro dedicaba un post a la buena forma física , escalera en mano de otro humanoide dedicado al noble arte de cuadrar el riel.
Y ya se sabe, hay temporadas en que estas cosas te cogen con la guardia bajada.
Y me levanté el otro día, y al encender la luz de la cocina, en la soledad de la madrugada, por mucho que intenté no reconocerlo,las viejas cortinas de la cocina, de un color liso, y acusador, testimonio de una etapa sobria y zen, me miraron y pronunciaron un conciso "basta, hasta aquí hemos llegado" ...y la de la derecha, más sufrida desde siempre por estar al lado del fogón añadió "no nos tires, puedes convertirnos en trapos por si un día te trastocas y te decides a lavar el coche".
Sólo que no conocía a ningún cortinero y como siempre que tomo un decisión , aunque haya tardado dos años en tomarla, necesito llevarla a cabo ipso-facto...pues eso.
Fui a comprar la tela , y como un preludio de esa primavera perenne que anda acechándome le dije al dependiente "Póngame usted la tela más bonita y floreada posible, caballero!!"
El hombre dibujó una amplia sonrisa, se fue a la trastienda y después de un buen rato reapareció triunfante con una pieza, me cortó un montón de metros, y me aseguró que MªAntonieta hubiera palidecido de envidia ante lo que yo me llevaba.
Aproveché para pedirle un descuento, que una es jovial e ilusa pero no es tonta.
Y todos contentos.
Dediqué el domingo a la costura al son de los Beatles....et voila!!
* para escuchar :YouTube - Beatles - Across The Universe